Comunicación Política en las elecciones 2018 en México
En el mes de abril,
me invitaron a la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM a
participar con una conferencia sobre la situación de la Comunicación Política
en las elecciones de México 2018, en la
que se disputan más de 3,400 puestos de elección popular desde el nivel
municipal, estatal y hasta por supuesto, el federal, lo que se considera por lo
mismo, es la jornada electoral más grande en la historia de nuestro país.
Inicié presentando
lo que parece ser un panorama desolador para la comunidad mexicana en cuanto a
los procesos de la comunicación política en estas elecciones, pues se presentan
varias disyuntivas, en la que el modelo de comunicación es irrumpido desde
varios frentes.
Quienes nos
dedicamos y buscamos la profesionalización en los procesos de la comunicación
política en varios campos, pero sobre todo en cuanto a comunicación y marketing
electoral se refiere, no encontramos con varios factores que juegan incluso en
contra de estos mismos procesos. Por lo que planteé algunos aspectos que nos
podrían ayudar a dilucidar lo que ocurre en estos procesos, en lo particular a
las elecciones de este 2018.
Partimos de que
tenemos una transformación, incluso en el mismo modelo básico de la
comunicación que todos conocemos, en el que quienes recibimos los mensajes
hemos dejado o hemos pasado de ser entes receptores a entidades perceptoras.
En este punto, al
referirnos a percibir, es conveniente partir de la definición de este verbo; percibir, -percipere- darse cuenta de,
comprender algo. ¿Cómo se podría entender esto? Simple, los mensajes y
acciones que suceden y se transmiten en redes sociales, en los medios de
comunicación, en los sistemas de mensajería instantánea, etcétera, ya no son recibidos como hace apenas algunos
años, pues al momento de que se recibe un mensaje, al momentos nos damos cuenta de, interpretamos y pensamos –entre otras muchas cosas- en lo que podría estar y quiénes se
encuentran detrás de esos mensajes y acciones, criticamos, respondemos y
cuestionamos todo aquello que se nos presenta, lo convertimos en tendencia,
hacemos memes, nos subimos al tren del mame, lo whatsappeamos, en fin.
En los mensajes
político-electorales el insight como motivante, proviene del mismo ente
perceptor y busca ser velado o escondido por quien se ve afectado por el mismo.
Al parecer, y digo
al parecer, en estos momentos, el insight o motivante, como la verdad develada
o una verdad revelada, o la emoción que mueve al público elector es el
resultado de una vacuna no pedida, porque ¿Qué motiva o cuál es el insight en
este momento en las elecciones de tipo federal, en lo particular la búsqueda de
la presidencia de la república?
La respuesta se
encuentra en el enojo social, la decepción de administraciones públicas que no
supieron responder a aquello que la población esperaba, decepción de una
supuesta alternancia que, según datos, dejó más pobreza y miles de personas
muertas, más feminicidios y no resolvió problemas inmediatos, las reformas no
se han visto traducidas en mayor seguridad económica por ejemplo, reducción en
el pago de la energía como electricidad o gasolina.
El indice delictivo
no ha disminuido, al contrario, pareciera que ocurre todo lo contrario, la
estrategia de seguridad no ha funcionado.
Las ideologías,
importantes y funcionales en un pasado, han sido rebasadas por el pragmatismo.
Para algunas
personas resulta inconcebible, impensable, que ideologías tan distintas, que se
oponen en sí mismas, se hayan reunido para alcanzar el poder, grupos políticos
y partidos.
El antagonismo del
PRD y el PAN del 2006 se olvidó, se fue por el caño dirían algunos, la lucha
que libraron en ese año, las acusaciones, todo se perdonaron, el manipuleo al
interior de los propios partidos para lograr las candidaturas como las de
Ricardo Anaya y Alejandra Barrales se convirtió en el principal objetivo y lo
lograron.
La lucha por
alcanzar el poder para concretar una política o forma de gobernar dentro del
espectro político, ha sido transformada en una lucha del poder por el poder
mismo, sacrificando ideales y sueños por muchos y muchas buscado, ya sea desde
la izquierda o desde la derecha, a tal grado que la espectacularización rayando
en la ridiculez se convierte cada vez más en una constante en las campañas
político-electorales.
En este sentido
tenemos lo ocurrido en el Congreso del Estado de San Luis Potosí, bajo el caso
denominado “la ecuación corrupta”, en la que los diputados involucrados fueron
exhibidos por un alcalde huasteco a través de un video donde un diputado
panista pedía moche al presidente municipal para limpiar su informe en la
Auditoría Superior del Estado, y que involucraba a diputados del PAN, PRI, PVEM
y el PRD, la instancia encargada de procurar la justicia en este caso hasta el
momento no ha mostrado avances sustantivos en la investigación, y ahora uno de
los principales involucrados Oscar Bautista Villegas contiende por una
Diputación Federal en el 3er Distrito con sede en Rioverde, al igual que otro de
nombre José Luis Romero Calzada alias “tecmol” com el candidato por el PRI al
2º Distrito Federal Electoral con sede en Soledad de Graciano Sánchez.
Estos candidatos,
además ha sido exhibido por organizaciones de la sociedad civil como corruptos,
mostrando documentos obtenidos a través de transparencia en la que ellos mismos
solicitan recursos y gestionan una supuesta ayuda de algunas personas, que
ellos mismos cobran, y las personas afectadas o que deberían salir beneficiadas
nunca recibieron ese recurso.
Además, basta ver,
por ejemplo, la red social del candidato “Tecmol”, bailando, ridiculizando,
actuando literalmente como un payaso, con tal de ganar popularidad y en su caso
votos. Aún con todo en contra, las pruebas presentadas de corrupción, las mentiras
en sus supuestos viajes al extranjero para gestionar recursos a favor de la
ciudadanía, aún con todo ello, el Partido Revolucionario Institucional los
validó y refrendó como candidatos a diputados federales.
En una
actualización de la información, la Organización Ciudadanos Observando,
presentó los resultados de una investigación destapando o poniendo de
manifiesto una red de corrupción al interior del Congreso del Estado de San
Luis Potosí que involucra a diputad@s, funcionari@s y emplead@s que operan una
red de empresas fantasmas para facturar supuestas ayudas sociales, y, de
acuerdo al trabajo realizado por esta organización, el monto estimado del
presunto fraude ya supera los 30 millones de pesos. Tan sólo siete empresas
fantasmas han recibido del Congreso del Estado de San Luis Potosí más de 25
millones de pesos en que lo lleva la actual legislatura.
Aún con estas
pruebas, los partidos que representan no han emitido una sola declaración, o
peor aún, han solapado y siguen defendiendo a sus candidat@s.
Otro punto muy
importante, es que las nuevas tecnologías y los nuevos lenguajes
transversalizan toda la comunicación política, pero contaminados por la
facilidad de viralizar las fake news.
En tema un poco
aparte, independientemente de las propuestas política, en redes sociales
conviven y se mezclan informaciones verídicas y las tan consabidas fake news.
Estas noticias
falsas, que incluso son aprovechadas por los candidat@s al compartirlas,
esperando un beneficio a causa de la ignorancia de usuari@s de redes sociales.
Otra disyuntiva que
se nos presenta es el constante abuso de las técnicas o juegos de termómetro
social como el envite, el oráculo, entre otras.
Javier del Rey
Morató, en su obra “Comunicación Política, Internet y Campañas Electorales”
refiere muy bien lo que él denomina los juegos del termómetro social como el
juego del oráculo, el juego del envite, el juego de la promesa oportuna y por
supuesto el juego de la espiral del silencio, que cobra mayor sentido ante las
alianzas establecidas, y que modifican lo que se transmite en los procesos de
la comunicación política.
La técnica del
oráculo, que había perdido credibilidad en anteriores elecciones, cobran
nuevamente vitalidad, al ser usada para presentar a los candidatos como
punteros en esta ocasión.
No se si por ganar
la credibilidad que habían perdido, las encuestas están sirviendo para señalar
quien va al frente y quien podría ir en segundo o tercer lugar. Sirve a las
encuestadoras para cobrar la credibilidad ciudadana y por otra parte, y principalmente,
a l@s candidat@s y partidos políticos.
El resultado de las
encuestas, está sirviendo al segundo lugar para señalar que és la única opción
para capitalizar el voto útil y, al puntero, para corroborar que la ciudadanía
requiere un cambio y cuenta con el apoyo social.
Es decir, se está
pasando a un segundo punto de estos juegos del termómetro socal; el envite. En
el que candidat@s que van abajo en las encuestas retan al primer lugar, con la
intención de captar reflectores y poder así incrementar su margen de maniobra
en las campañas político-electorales.
Obviamete, tod@s
l@s candidat@s están aprovechando los temas coyunturales para prometer a la
ciudadanía lo que ell@s crees que ésta demanda, pero debido a la experiencia
que la ciudadaná tiene, ya no es creible en muchos aspectos.
Como parte de estos
juegos de termómetro social, pero que merece un punto aparte, es la auto
imposición de la espiral del silencio, derivada de la alianza pragmática y
presión social, en la que algunos grupos sociales quedan suprimidos o buscan
suprimirlos al no mencionar en sus discursos por ejemplo el derecho de las
mujeres a decidir sobre su propio cuerpo, no digamos aborto, y el matrimonio
igualitario.
De acuerdo con
Noelle-Neuman, autora de esta teoría “Expresar la opinión opuesta y efectuar
una acción pública en su nombre significa correr peligro de encontrarse
aislado. En otras palabras, podemos describir la opinión pública como la
opinión dominante que impone una postura y una conducta de sumisión, a la vez
que amenaza con aislamiento al individuo rebelde y, al político, con una
pérdida del apoyo popular.”
Lo vimos en las
elecciones del año pasado en el estado de México, y ahora a consecuencia de las
coaliciones, todos los candidatos y candidata han evitado hablar de estos temas
tan controversiales, pues pondría en riesgo los mismos acuerdos, incluso lo han
señalado, al referir que no tocarán estos temas en sus campañas.
Y cómo no debería
serlo, pero enviando un mensaje quizá no congruente para algún posible elector
que se sabe, aquello que le apura y motiva no se encuentra en las propuestas de
trabajo de sus candidatos o candidata.
Como una situación,
poco mayor y preocupante, es la inserción de la delincuencia organizada,
particularmente el narcotráfico, en las elecciones, a tal grado que muchas
personas que aspiran o esperaban participar en esta jornada electoral han sido
asesinadas, y las que sobrevivieron desistieron de ello.
De acuerdo a una nota publicada por Expansión con fecha del jueves 12 de abril del presente, al menos
79 políticos en México habían sido asesinados en la precampaña y campaña, y
contabiliza que del 8 de septiembre de 2017 al 8 de abril de abril del 2018,
173 personas candidatos, candidatas y aspirantes a un puesto de elecciòn fueron
agredidos o agredidas. Actualizando datos y con información de Sin Embargo, publicada el 14 de mayo;
durante este proceso, “se han registrado 305 agresiones, entre ellas, 94
asesinatos de candidatos y autoridades. Además hay al menos mil candidatos
federales y locales que han renunciado a la contienda, entre otras razones, por
temor a la violencia. De ese número 341 son candidatos federales que contendían
por un lugar en el Senado o la Cámara de Diputados, o sus suplentes en la
fórmula, y en el interior de la República, suman 660 las renuncias de
candidatos a cargos municipales y diputaciones locales.”
Esto nos genera la
siguiente reflexión, incluso, faltando poco tiempo para el día de la jornada electoral, -pese a lo dicho por el
Instituto Nacional Electoral-, que en la elección federal a presidente de la
república, pudiera ganar alguien que en estos momentos no se encuentra inscrito
en la boleta electoral.
Y si de más
violencia se trata, sin olvidar que las campañas político electorales son una
orgía de la comunicación, son procesos en los cuales las emociones se
convierten en su motor y convierten a las propuestas en un asunto sin tanta
importancia, a menos que se vuelvan combustible de las mismas emociones;
hartazgo social, corrupción, promesas incumplidas, y tantas más de las cuales
ya hemos hablado anteriormente.
La comunicación
político-electoral genera discusiones no sólo en las redes sociales y en medios
de comunicación, sino también en las reuniones familiares, en las escuelas,
conventos, mercados, que se vuelven verdaderas luchas campales, llegando a la
violencia física por posturas políticas, que muchas veces ni siquiera
entienden.
Olvidamos que, las
emociones se generan por una historia que nos envuelve a todos, como una
telenovela o cuento infantil, en la que existe un héroe o heroína que necesita
rescatar a su doncella –el país-, de las manos del antagonista, dragón o “x”
ser malvado, que tiene que recorrer pueblos, villas o ciudades, pasando por el
bosque, desierto o el mar.
Es una historia por
demás, confusa, en la que varios héroes se dicen tener las mejores armas para
rescatar a su doncella, que se acusan entre sí de ser los malvados, y que el
mismo pueblo tendrá la misión de identificar a quien realmente representa el
bien.
Historia en la que
grupos empresariales, sindicatos, asociaciones y otros grupos, intentan ser el hada madrina que con su varita
mágica quieren dar un vuelco a este cuento, pero que en su actuar se confunden
entre si son la bruja o ser malvado que busca vencer al héroe, y ahora es el
electorado que se apropia –al menos es intenta-, ser el hada madrina del cuento
y rescatar ahora si a su doncella.
Como conclusión, me
queda decir que nos toca a todas las personas como país o nación, como
participantes de una comunidad, reflexionar en torno a lo que es el origen de
la comunicación política y lo que con ella nos dicen, en torno a lo que nos
une, luchar por devolver a la ciudadanía lo que es de suyo, la resolución de
los problemas que nos afectan, participar, pese a la amenaza de desestabilizar
este proceso, ya sea de tipo económico de quien detenta el poder, por una bala,
accidente o una enfermedad, porque en política nada está escrito y todo puede
cambiar.
La moneda sigue en
el aire.
Bibliografía
recomendada.
Noëlle-Neumann,
Elisabeth. La espiral del silencio. Opinión pública: nuestra piel social,
Paidós. Barcelona, 1995.
De Rey Morato,
Javier. Comunicación Política, Internet y Campañas Electorales: de la
Teledemocracia a las ciberdemocracia, Tecnos, España,2007.
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