martes, 15 de mayo de 2018

Elecciones en México, 2018


Comunicación Política en las elecciones 2018 en México

En el mes de abril, me invitaron a la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM a participar con una conferencia sobre la situación de la Comunicación Política en las elecciones de México 2018,  en la que se disputan más de 3,400 puestos de elección popular desde el nivel municipal, estatal y hasta por supuesto, el federal, lo que se considera por lo mismo, es la jornada electoral más grande en la historia de nuestro país.
Inicié presentando lo que parece ser un panorama desolador para la comunidad mexicana en cuanto a los procesos de la comunicación política en estas elecciones, pues se presentan varias disyuntivas, en la que el modelo de comunicación es irrumpido desde varios frentes.
Quienes nos dedicamos y buscamos la profesionalización en los procesos de la comunicación política en varios campos, pero sobre todo en cuanto a comunicación y marketing electoral se refiere, no encontramos con varios factores que juegan incluso en contra de estos mismos procesos. Por lo que planteé algunos aspectos que nos podrían ayudar a dilucidar lo que ocurre en estos procesos, en lo particular a las elecciones de este 2018.
Partimos de que tenemos una transformación, incluso en el mismo modelo básico de la comunicación que todos conocemos, en el que quienes recibimos los mensajes hemos dejado o hemos pasado de ser entes receptores a entidades perceptoras.
En este punto, al referirnos a percibir, es conveniente partir de la definición de este verbo; percibir, -percipere- darse cuenta de, comprender algo. ¿Cómo se podría entender esto? Simple, los mensajes y acciones que suceden y se transmiten en redes sociales, en los medios de comunicación, en los sistemas de mensajería instantánea, etcétera,  ya no son recibidos como hace apenas algunos años, pues al momento de que se recibe un mensaje, al momentos nos damos cuenta de, interpretamos y pensamos –entre otras muchas cosas- en lo que podría estar y quiénes se encuentran detrás de esos mensajes y acciones, criticamos, respondemos y cuestionamos todo aquello que se nos presenta, lo convertimos en tendencia, hacemos memes, nos subimos al tren del mame, lo whatsappeamos, en fin.
En los mensajes político-electorales el insight como motivante, proviene del mismo ente perceptor y busca ser velado o escondido por quien se ve afectado por el mismo.
Al parecer, y digo al parecer, en estos momentos, el insight o motivante, como la verdad develada o una verdad revelada, o la emoción que mueve al público elector es el resultado de una vacuna no pedida, porque ¿Qué motiva o cuál es el insight en este momento en las elecciones de tipo federal, en lo particular la búsqueda de la presidencia de la república?
La respuesta se encuentra en el enojo social, la decepción de administraciones públicas que no supieron responder a aquello que la población esperaba, decepción de una supuesta alternancia que, según datos, dejó más pobreza y miles de personas muertas, más feminicidios y no resolvió problemas inmediatos, las reformas no se han visto traducidas en mayor seguridad económica por ejemplo, reducción en el pago de la energía como electricidad o gasolina.
El indice delictivo no ha disminuido, al contrario, pareciera que ocurre todo lo contrario, la estrategia de seguridad no ha funcionado.
Las ideologías, importantes y funcionales en un pasado, han sido rebasadas por el pragmatismo.
Para algunas personas resulta inconcebible, impensable, que ideologías tan distintas, que se oponen en sí mismas, se hayan reunido para alcanzar el poder, grupos políticos y partidos.
El antagonismo del PRD y el PAN del 2006 se olvidó, se fue por el caño dirían algunos, la lucha que libraron en ese año, las acusaciones, todo se perdonaron, el manipuleo al interior de los propios partidos para lograr las candidaturas como las de Ricardo Anaya y Alejandra Barrales se convirtió en el principal objetivo y lo lograron.
La lucha por alcanzar el poder para concretar una política o forma de gobernar dentro del espectro político, ha sido transformada en una lucha del poder por el poder mismo, sacrificando ideales y sueños por muchos y muchas buscado, ya sea desde la izquierda o desde la derecha, a tal grado que la espectacularización rayando en la ridiculez se convierte cada vez más en una constante en las campañas político-electorales.
En este sentido tenemos lo ocurrido en el Congreso del Estado de San Luis Potosí, bajo el caso denominado “la ecuación corrupta”, en la que los diputados involucrados fueron exhibidos por un alcalde huasteco a través de un video donde un diputado panista pedía moche al presidente municipal para limpiar su informe en la Auditoría Superior del Estado, y que involucraba a diputados del PAN, PRI, PVEM y el PRD, la instancia encargada de procurar la justicia en este caso hasta el momento no ha mostrado avances sustantivos en la investigación, y ahora uno de los principales involucrados Oscar Bautista Villegas contiende por una Diputación Federal en el 3er Distrito con sede en Rioverde, al igual que otro de nombre José Luis Romero Calzada alias “tecmol” com el candidato por el PRI al 2º Distrito Federal Electoral con sede en Soledad de Graciano Sánchez.
Estos candidatos, además ha sido exhibido por organizaciones de la sociedad civil como corruptos, mostrando documentos obtenidos a través de transparencia en la que ellos mismos solicitan recursos y gestionan una supuesta ayuda de algunas personas, que ellos mismos cobran, y las personas afectadas o que deberían salir beneficiadas nunca recibieron ese recurso.
Además, basta ver, por ejemplo, la red social del candidato “Tecmol”, bailando, ridiculizando, actuando literalmente como un payaso, con tal de ganar popularidad y en su caso votos. Aún con todo en contra, las pruebas presentadas de corrupción, las mentiras en sus supuestos viajes al extranjero para gestionar recursos a favor de la ciudadanía, aún con todo ello, el Partido Revolucionario Institucional los validó y refrendó como candidatos a diputados federales.
En una actualización de la información, la Organización Ciudadanos Observando, presentó los resultados de una investigación destapando o poniendo de manifiesto una red de corrupción al interior del Congreso del Estado de San Luis Potosí que involucra a diputad@s, funcionari@s y emplead@s que operan una red de empresas fantasmas para facturar supuestas ayudas sociales, y, de acuerdo al trabajo realizado por esta organización, el monto estimado del presunto fraude ya supera los 30 millones de pesos. Tan sólo siete empresas fantasmas han recibido del Congreso del Estado de San Luis Potosí más de 25 millones de pesos en que lo lleva la actual legislatura.
Aún con estas pruebas, los partidos que representan no han emitido una sola declaración, o peor aún, han solapado y siguen defendiendo a sus candidat@s.
Otro punto muy importante, es que las nuevas tecnologías y los nuevos lenguajes transversalizan toda la comunicación política, pero contaminados por la facilidad de viralizar las fake news.
En tema un poco aparte, independientemente de las propuestas política, en redes sociales conviven y se mezclan informaciones verídicas y las tan consabidas fake news.
Estas noticias falsas, que incluso son aprovechadas por los candidat@s al compartirlas, esperando un beneficio a causa de la ignorancia de usuari@s de redes sociales.
Otra disyuntiva que se nos presenta es el constante abuso de las técnicas o juegos de termómetro social como el envite, el oráculo, entre otras.
Javier del Rey Morató, en su obra “Comunicación Política, Internet y Campañas Electorales” refiere muy bien lo que él denomina los juegos del termómetro social como el juego del oráculo, el juego del envite, el juego de la promesa oportuna y por supuesto el juego de la espiral del silencio, que cobra mayor sentido ante las alianzas establecidas, y que modifican lo que se transmite en los procesos de la comunicación política.
La técnica del oráculo, que había perdido credibilidad en anteriores elecciones, cobran nuevamente vitalidad, al ser usada para presentar a los candidatos como punteros en esta ocasión.
No se si por ganar la credibilidad que habían perdido, las encuestas están sirviendo para señalar quien va al frente y quien podría ir en segundo o tercer lugar. Sirve a las encuestadoras para cobrar la credibilidad ciudadana y por otra parte, y principalmente, a l@s candidat@s y partidos políticos.
El resultado de las encuestas, está sirviendo al segundo lugar para señalar que és la única opción para capitalizar el voto útil y, al puntero, para corroborar que la ciudadanía requiere un cambio y cuenta con el apoyo social.
Es decir, se está pasando a un segundo punto de estos juegos del termómetro socal; el envite. En el que candidat@s que van abajo en las encuestas retan al primer lugar, con la intención de captar reflectores y poder así incrementar su margen de maniobra en las campañas político-electorales.
Obviamete, tod@s l@s candidat@s están aprovechando los temas coyunturales para prometer a la ciudadanía lo que ell@s crees que ésta demanda, pero debido a la experiencia que la ciudadaná tiene, ya no es creible en muchos aspectos.
Como parte de estos juegos de termómetro social, pero que merece un punto aparte, es la auto imposición de la espiral del silencio, derivada de la alianza pragmática y presión social, en la que algunos grupos sociales quedan suprimidos o buscan suprimirlos al no mencionar en sus discursos por ejemplo el derecho de las mujeres a decidir sobre su propio cuerpo, no digamos aborto, y el matrimonio igualitario.
De acuerdo con Noelle-Neuman, autora de esta teoría “Expresar la opinión opuesta y efectuar una acción pública en su nombre significa correr peligro de encontrarse aislado. En otras palabras, podemos describir la opinión pública como la opinión dominante que impone una postura y una conducta de sumisión, a la vez que amenaza con aislamiento al individuo rebelde y, al político, con una pérdida del apoyo popular.”
Lo vimos en las elecciones del año pasado en el estado de México, y ahora a consecuencia de las coaliciones, todos los candidatos y candidata han evitado hablar de estos temas tan controversiales, pues pondría en riesgo los mismos acuerdos, incluso lo han señalado, al referir que no tocarán estos temas en sus campañas.
Y cómo no debería serlo, pero enviando un mensaje quizá no congruente para algún posible elector que se sabe, aquello que le apura y motiva no se encuentra en las propuestas de trabajo de sus candidatos o candidata.
Como una situación, poco mayor y preocupante, es la inserción de la delincuencia organizada, particularmente el narcotráfico, en las elecciones, a tal grado que muchas personas que aspiran o esperaban participar en esta jornada electoral han sido asesinadas, y las que sobrevivieron desistieron de ello.
De acuerdo a  una nota publicada por Expansión con fecha del jueves 12 de abril del presente, al menos 79 políticos en México habían sido asesinados en la precampaña y campaña, y contabiliza que del 8 de septiembre de 2017 al 8 de abril de abril del 2018, 173 personas candidatos, candidatas y aspirantes a un puesto de elecciòn fueron agredidos o agredidas. Actualizando datos y con información de Sin Embargo, publicada el 14 de mayo; durante este proceso, “se han registrado 305 agresiones, entre ellas, 94 asesinatos de candidatos y autoridades. Además hay al menos mil candidatos federales y locales que han renunciado a la contienda, entre otras razones, por temor a la violencia. De ese número 341 son candidatos federales que contendían por un lugar en el Senado o la Cámara de Diputados, o sus suplentes en la fórmula, y en el interior de la República, suman 660 las renuncias de candidatos a cargos municipales y diputaciones locales.”
Esto nos genera la siguiente reflexión, incluso, faltando poco tiempo para el día de la  jornada electoral, -pese a lo dicho por el Instituto Nacional Electoral-, que en la elección federal a presidente de la república, pudiera ganar alguien que en estos momentos no se encuentra inscrito en la boleta electoral.
Y si de más violencia se trata, sin olvidar que las campañas político electorales son una orgía de la comunicación, son procesos en los cuales las emociones se convierten en su motor y convierten a las propuestas en un asunto sin tanta importancia, a menos que se vuelvan combustible de las mismas emociones; hartazgo social, corrupción, promesas incumplidas, y tantas más de las cuales ya hemos hablado anteriormente.
La comunicación político-electoral genera discusiones no sólo en las redes sociales y en medios de comunicación, sino también en las reuniones familiares, en las escuelas, conventos, mercados, que se vuelven verdaderas luchas campales, llegando a la violencia física por posturas políticas, que muchas veces ni siquiera entienden.
Olvidamos que, las emociones se generan por una historia que nos envuelve a todos, como una telenovela o cuento infantil, en la que existe un héroe o heroína que necesita rescatar a su doncella –el país-, de las manos del antagonista, dragón o “x” ser malvado, que tiene que recorrer pueblos, villas o ciudades, pasando por el bosque, desierto o el mar.
Es una historia por demás, confusa, en la que varios héroes se dicen tener las mejores armas para rescatar a su doncella, que se acusan entre sí de ser los malvados, y que el mismo pueblo tendrá la misión de identificar a quien realmente representa el bien.
Historia en la que grupos empresariales, sindicatos, asociaciones y otros grupos,  intentan ser el hada madrina que con su varita mágica quieren dar un vuelco a este cuento, pero que en su actuar se confunden entre si son la bruja o ser malvado que busca vencer al héroe, y ahora es el electorado que se apropia –al menos es intenta-, ser el hada madrina del cuento y rescatar ahora si a su doncella.
Como conclusión, me queda decir que nos toca a todas las personas como país o nación, como participantes de una comunidad, reflexionar en torno a lo que es el origen de la comunicación política y lo que con ella nos dicen, en torno a lo que nos une, luchar por devolver a la ciudadanía lo que es de suyo, la resolución de los problemas que nos afectan, participar, pese a la amenaza de desestabilizar este proceso, ya sea de tipo económico de quien detenta el poder, por una bala, accidente o una enfermedad, porque en política nada está escrito y todo puede cambiar.
La moneda sigue en el aire.

Bibliografía recomendada.
Noëlle-Neumann, Elisabeth. La espiral del silencio. Opinión pública: nuestra piel social, Paidós. Barcelona, 1995.
De Rey Morato, Javier. Comunicación Política, Internet y Campañas Electorales: de la Teledemocracia a las ciberdemocracia, Tecnos, España,2007.