"No basta con ser buenos, hay que parecerlo"
En
una colaboración anterior compartía con ustedes este tema de la Imagen Pública
y la Coherencia, porque desde mi punto
de vista, considero importante cultivar nuestra imagen, entendiéndola como esa
percepción que tenemos de nosotros mismos y la que las personas que nos rodean
tienen también sobre nuestra persona, es decir desde dos perspectivas.
Ambas
son importantes, la primera, la personal, es la que nos mueve, la que nos
incita, la que estamos construyendo permanentemente, pero la segunda, la que
forja la imagen pública depende de varios factores, de lo que creemos comunicar
y de lo que estamos comunicando desde la perspectiva de quien recibe nuestros
mensajes.
Apuntaba
que la coherencia -entre nuestros objetivos, lo que pensamos y nuestro actuar- es
fundamental, pero ahora quiero hablar de un aspecto sumamente importante, e
inicio recordando ese dicho de “crea fama y échate a dormir”, es decir la
construcción de nuestra “reputación”.
El cuidado
de la reputación es esencial para alcanzar nuestros objetivos personales,
laborales, institucionales y familiares. La reputación es un conjunto de
valores en torno a nuestra persona –puede ser también de nuestra empresa-, es
la calificación que nos da el entorno, es la “imagen pública”, y como todo ente
que constantemente es calificado necesitamos trabajar de forma permanente en
mejorar nuestra personalidad, nuestra calificación.
El
cuidado del aspecto personal afecta positiva y negativamente nuestro entorno, y
he aquí algunas recomendaciones para mejorar la percepción que se tiene en
torno a nuestra persona.
La
puntualidad, es de las mejores cualidades para impresionar a alguien, la
puntualidad no es llegar antes ni mucho menos después, es acudir a una cita o a
nuestro trabajo a la hora pactada. Por esta cualidad muchas personas han
conseguido grandes logros en su área laboral o han perdido grandes trabajos. El
orden, tener organizado un escritorio, nuestro hogar o recamara es hablar de
que tenemos organizada nuestra vida. Porque nadie pretenderá contratar a
alguien que no tiene organizada ni su forma de vestir ni su forma de hablar.
La
limpieza, “junto con pegado”, si hablamos del aspecto anterior –el orden-, el
cuidado personal hablará del cuidado que tendremos con nuestra fuente de
empleo, una persona que tiene su espacio personal limpio aumentará
positivamente la calificación que las demás personas tienen sobre él o ella. La
empatía y la educación son otros aspectos sumamente importantes para mejorar la
percepción que se tiene de nuestra personalidad, dice otro dicho por ahí “la
miel atrae más que la hiel”, y es cierto, no es lo mismo saludar con una
sonrisa en la cara que con una cara dura o seria, la respuesta a nuestro saludo
será distinta, con esta ley de “causa y efecto”, el simple saludo al llegar a
nuestro centro de trabajo dirá mucho de nuestra formación y personalidad, es
decir las experiencias que las demás personas tengan de su contacto con
nosotros quedará de forma permanente en sus recuerdos, porque la experiencia es
lo que más vende dirían algunos publicistas. Si tuviste una buena experiencia
en un lugar o con una persona, querrás regresar a ese lugar o volver a tener un
encuentro con ese ser humano.
La
responsabilidad -otra gran cualidad-, asumirla es ser valientes, es aceptar lo
que somos y lo que hacemos, no echar la culpa de errores a otras personas o
situaciones hablará del gran valor y calidad que poseemos, es necesario
responsabilizarnos de nuestros aciertos como de nuestras equivocaciones. Y
finalmente una recomendación para generar una buena percepción, “LEER”, poseer
un buen bagaje cultural siempre nos permitirá entablar una conversación en casi
cualquier sector o entorno, en México lamentablemente no tenemos el hábito de
la lectura, es decir como país tenemos una reputación contradictoria por
cierto, mucha producción cultural pero pocos lectores y lectoras.
Dedicar
al día al menos 20 minutos a la lectura nos enriquecerá en demasía, no hablo de
la lectura obligada, esa que hacemos por cuestiones de trabajo, sino esa
lectura de placer, un buen artículo periodístico, una capítulo de alguna
novela, un cuento, un ensayo, un poema, una reseña histórica, un reportaje
sobre estilos de vida en otro país o región, etcétera.
La
reputación la construimos constantemente, la reputación es la percepción o
fotografía que las personas que nos rodean tienen de nosotros, cuidemos nuestra
imagen que muchas veces nuestro futuro depende de ello, porque “no basta con
ser buenos hay que parecerlo” o ¿ustedes qué opinan?
Te
invito a que me envíes tus comentarios a mi twitter @TeBriceo, hasta la
próxima.