jueves, 12 de febrero de 2015

Cómo nos ven, cómo queremos ser vistos.

Quiero aprovechar este espacio para hablar de algo que a muchas personas nos preocupa, y tiene que ver con el manejo de nuestra imagen personal y profesional, de cómo nos ven y cómo queremos ser vistos.
Por aquello de una imagen vale más que mil palabras o como te ven es como te tratan, y es que pareciera que tienen razón aquellas personas que dicen que lo que te pones, hablas o manifiestas en tus actos es lo que eres.
Si queremos corregir eso, lo primero que tenemos que hacer es un examen de nosotros mismos, una auto evaluación, podría ser dolorosa, pero como toda corrección, como toda operación así tiene que ser, por ejemplo si quieres tener un buen cuerpo vas al gimnasio y a base de mucho esfuerzo y sacrificio lo logras, puedes decir también “me opero y ya”, pues sí, es más rápido pero la operación y sus consecuencias son dolorosas y tuviste que hacer una buena inversión económica.
Una vez hecha la autoevaluación, la pregunta es qué queremos corregir, qué parte de nosotros mismos nos interesa vender, o qué queremos que piensen de nosotros.
Si nos interesa que nos vean como personas trabajadoras, independientemente de cuál sea nuestro giro de trabajo, pues hagamos bien el trabajo desde la primera vez, porque una vez que nos hacemos la fama se puede cumplir –por un rato-, aquel dicho de “crea fama y échate a dormir”, pero no siempre funciona.
Si queremos que nos vean como personas que siempre tienen algo interesante que aportar o decir, pues trata de leer todos los días algo diferente, no las revistas de chismes, sino notas interesantes del periódico, algún libro o sitio de internet.
Una clave importante es la coherencia entre lo que decimos, lo que hacemos y lo que vestimos, aplica para todos los oficios, profesiones y estilos de vida, si nos vendemos como taqueros o abogados la presentación es fundamental, un taquero con mandil sucio, con muestras de no asearse no atraería tantos clientes, y al contrario, podría vender mucho más dando una imagen de limpieza, con un local o puesto limpio y si le agregamos la calidad en el servicio tendría una mejor imagen y por consecuencia más clientes, ahora, si eres abogado, la presentación con un buen traje de acuerdo al día, la hora, la forma de hablar, la puntualidad en las citas, la honradez, una oficina limpia, ordenada, sin bolsas de frituras, refrescos y otras cosas hablaría bien de ti como abogado.
La presentación personal y lo que hablen de nosotros no tiene que ver con la posición económica o social que tengamos, sino con lo que hagamos, de nada sirve tener o aparentar un buen nivel económico si nuestra presentación personal dice lo contrario, porque de que hay personas sin clase en todos los estratos sociales, las hay.
Existen personas de escasos recursos que tienen porte y presentación excelente, educados, limpios, ordenadas y con un buen bagaje cultural, porque las personas con clase existen en todos los estratos sociales.
No se necesita de tener un guardarropa atiborrado, sin saber usar la ropa que tenemos, para ello es necesario saber comprar lo que en verdad necesitamos, un par de zapatos negros, un par de tenis, sandalias, un par de zapatos color café, colores neutros en los calcetines, una o dos camisas blancas y otras dos o tres de colores básicos son un ejemplo, en las tiendas que venden estos artículos generalmente hay una persona que puede ayudarte a elegir un buen outfit.
Y por último, piensa en ti como lo que quieres proyectar, si quieres proyectarte como una persona de éxito, pues empieza a pensar como tal, todos los días al levantarte felicítate por lo que has logrado y da gracias por ello, el vivir y amanecer es ya un éxito.
Una cosa es fundamental, ama lo que eres, trátate con respeto, cuida tu cuerpo, tu casa, porque así como te trates, las personas que están a tu alrededor te tratarán.

Te invito a que me envíes tus comentarios a mi Twitter @TeBriceo y en Facebook Teodoro Briceño de la Parra, hasta la próxima.

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