Como
seres humanos tenemos derechos
fundamentales que deben ser vigilados, respetados y salvaguardados por el
estado, uno de ellos tiene que ver con el derecho a la salud.
El derecho a la salud se refiere a que tenemos este derecho como una condición
innata, derecho a gozar de un medio ambiente adecuado para la preservación de
nuestra salud, acceso a una atención integral, al respeto a nuestro concepto de
salud es decir a cómo entendemos y vemos la enfermedad y el estar bien, además
es inalienable, y es aplicable a todas las personas sin importar su condición
social, económica, cultural, preferencia sexual, religión o racial.
En este sentido, es doloroso, observar en los centros de salud, clínicas y
hospitales que muchas y muchos pacientes, acuden a ellos esperando que el
personal médico los atienda como si fuera un favor, cuanto que es un derecho
que pueden exigir. Proporcionar recursos humanos y materiales para el cuidado
de nuestra salud es una obligación del Estado, y obligación nuestra exigirlos,
no cabe decir que no nos atendemos porque los servicios de salud son pésimos,
-conocemos la fama que tienen los centros de salud, el IMSS y el ISSSTE-, pero
es necesario en cada oportunidad que tengamos exigir el mejoramiento de ellos,
así como denunciar irregularidades al interior de cada una de estas
instituciones, exigir un buen trato de parte del personal que ahí atiende,
desde quien recibe hasta quien diagnostica y administra un medicamento.
El derecho a la salud no sólo se acciona cuando carecemos de ella, es decir
cuando nos enfermamos, tiene que ver con la implementación de políticas que nos
lo garanticen; es decir con aquellas condiciones de prevención, facilitándolas
desde la promoción de una ciudad limpia, la práctica del deporte, de que se
produzcan alimentos saludables hasta aquella que se nos transmite en los medios
de comunicación.
El derecho humano a la salud es irrenunciable, tanto a la salud física como
psicológica y social, muchas personas han muerto para que se consagre este
principio en nuestra Carta Magna, sigamos luchando desde nuestros ámbitos de
participación social para que esto sea
una realidad, si alguien lo ignora podemos contribuir informándole, diciéndole
que recibir atención médica y tratamientos es un derecho y un deber del Estado
proporcionarlos a través de las instituciones que para eso fueron creadas,
dondequiera que éstas se encuentren.
Hasta la próxima
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